El 19 de julio la molina de don José María Gil volvió a moler trigo y granos para convertirlos en nuestro más tradicional producto gastronómico, el gofio, que bien cubrió el hambre de nuestros antepasados y hoy sigue siendo un producto demandado por público de todas las edades y muy valorado por los chefs, dándole nuevas formas.

Al mismo tiempo que la vieja Molina comenzaba su transformación crecían las expectativas, no sólo en las emprendedoras que están tras el proyecto, sino de la vecindad y curiosos.

Aunque la nueva generación que ha apostado fuerte por este proyecto, reconoce que aún queda mucho camino por andar como industria artesanal, centro educativo protegiendo y luchando por el patrimonio, como centro de interpretación y divulgación, y sobre todo como antaño como centro social, para reunirse y para compartir, también reconocen que han sido días importantes los de este mes de julio, en el que se visualiza tras mucho trabajo parte de este proyecto que da olor a gofio a toda la calle.

El concejal de agricultura, Raúl de León, y el concejal de Medio Ambiente, Alexis Tejera, visitaron las instalaciones, como ambos habían hecho en muchas ocasiones, para compartir no sólo tiempo y recuerdos sino espacio en un sitio tan emblemático como es la molina de D. José María Gil, y poder tener entre sus manos este manjar de nuestra gastronomía tradicional, que es el gofio recién molido, aprovechando la ocasión para conversar un rato con las dos mujeres empresarias que hacen que la calle vuelva a oler a molienda y gofio.

Les desearon todo el éxito del mundo en este entusiasta proyecto del que se han contagiado otras muchas personas que han venido a colaborar, por potenciar nuestras tradiciones y conservar nuestro patrimonio, así como por apostar por este apoyo al sector primario.

Oír latir de nuevo ese gran corazón de piedra no tiene precio.

La alcaldesa, María Dolores Corujo señala: “Este proyecto incluye recuperación patrimonial, innovación, nueva oferta turística para el municipio y además que el pueblo pueda volver a oler a gofio y tradición”.