Después de seis meses de preparación intensiva, la Compañía Teatral Chespir puso en escena en dos sesiones un nuevo estreno, en el Teatro Municipal de San Bartolomé, con la obra “La importancia de llamarse Ernesto”. Durante casi dos horas, los actores y actrices fueron desgranando sutilmente el hilo argumental que fue seguido con mucho interés por el público. Ironía, sarcasmo, fantasía,  aderezados con un ingenio wildeano en estado puro, rodearon a unos personajes a caballo entre la realidad y la ficción.

La obra, en palabras de Oscar Wilde una “comedia trivial para gente seria”, contó con una ambientación minimalista, con predominio del color blanco tanto en atrezo como en decorados, vestuario y peluquería. Un maquillaje de fantasía y unas transiciones entre actos sutilmente diseñadas con juego de luces, pusieron la guinda a la actuación de Chespir.

Según el propio autor, “La importancia de llamarse Ernesto”, más que una obra de teatro, es “una ópera verbal” y por esta razón la música escogida, por Chespir, tuvo un papel  predominante, destacando obras pertenecientes a la época del barroco en contraste con la puesta en escena sobria y sin adornos,  al servicio del maravilloso texto que estrenó Oscar Wilde en Londres en 1895.

*información cedida por Chespir.