TITULO EXPOSICIÓN : EN PROCESO
ARTISTAS: Agustín Bethencourt, Alberto Lasso, Eduardo Manrique, Diana Soriano y Alfonso Valls.
INAUGURACIÓN: 30 de julio de 2015 a las 19.00 h.
FECHAS: Abierta al público del 30 de julio hasta el 28 de agosto.
LUGAR: Sala de exposiciones Museo El Grifo. Dirección: LZ-30, Km 11, San Bartolomé.

Inauguración de la exposición “En proceso” que tendrá lugar el día 30 de julio a partir de las 19.00h.

Con motivo del VII Encuentro Bienal Arte Lanzarote, celebrado en Noviembre del año 2013, cuatro de los artistas (Agustín Bethencourt, Alberto Lasso, Diana Soriano y Alfonso Valls) coincidieron en una exposición colectiva denominada “Huellas en el paisaje”. Tras el éxito de la exposición pensaron que sería buena idea juntarse un tiempo después para mostrarnos el devenir de sus respectivas trayectorias artísticas. A ellos se les ha unido en esta ocasión Eduardo Manrique, buen amigo y artista reconocido en la isla. La exposición presenta piezas de distintas expresiones artísticas como pintura, dibujo, fotografía y collage, en la que abordan el tema del proceso, entendido de muchas y diversas maneras.

ARTISTAS Y OBRAS

Agustín Bethencourt aborda la fotografía como una ventana donde asomarse para observar la vida. Para él , el oficio no es mirar, es ver y a través del detalle sugiere lo que quiere expresar. En fotografía menos es más, y es en esa búsqueda de lo esencial donde está el proceso de su obra. En sus obras, normalmente de arquitectura y paisajes, juega con las texturas, formas y color creando imágenes que no dejan indiferente a nadie.
Lanzarote, sus ríos de lava, sus paisajes desérticos, sus cultivos, sus reflejos en el mar, le sirven en numerosas ocasiones de inspiración.

Alberto Lasso con su obra DESIERTOS 2.0. Continúa con el proceso de creación e interpretación del PAISAJE de la ISLA, tan variable en función de la época del año, de las escasas lluvias, del sustrato, de la humedad, orientación y soleamiento.
Las 9 obras creadas ex profeso para esta exposición, son fruto de las diferentes combinaciones de 6 fotografías tomadas del paisaje de LANZAROTE, variando su transparencia, opacidad y orden de colocación en programa de edición digital, base creativa de un paisaje IMAGINADO, un paisaje donde se muestra las variaciones de la vida, del momento, del viaje que acaba, que se convierte en inicio de otro, en busca de nuevos caminos para apreciar la vida y la muerte; el paisaje y la soledad.

Eduardo Manrique reconstruye a partir no de la destrucción -nada más lejos de su sino- sino de la deconstrucción: desecha la estructura y evalúa el objeto, la más de las veces no roto, sino fraccionado, desgajado de la estructura primigenia. Pero nunca se atrevería a ensamblarlo en su forma primitiva: su intención no es pudenda ni artesanal, y ahí reside su principal aportación: descontextualizar el objeto y a partir de aquí reconstruir y crear una pieza fresca y novedosa, de poderosa atracción.

Sus estructuras exentas rezuman una fiel admiración por las formas hipodámicas, aunque no por ello sienta una atracción contenida por la curva. Precisamente esa contención curvilínea se desboca en el collage, donde, a los mejor, E. Manrique se siete más cómodo porque se libera del peso de ordenar un espacio que no tiene fin y da paso a otro mucho más reducido y de fácil reconducción. Parece como si su lema fuera una síntesis de la observación de la realidad: un paisaje exento de frondosidad pero rebosante de beldad: su isla natal. De ahí ese patente desprecio por el horror vacui.

Diana Soriano, la única artista que tiene una relación más lejana con la isla, nos muestra una serie de pinturas-collage en las que trata de revisitar, como un viajero cuando recuerda y revive sus viajes, imágenes que permancen en el recuerdo. Son colores, aromas, sabores y viencias de los sitios que le han marcado de una forma u otra. En esta ocasión nos muestra una serie de recuerdos de anteriores viajes a Lanzarote, una isla que aparece idealizada, como un sueño al que siempre regresar para descubrir nuevos horizontes.

Instantáneas fragmentadas y reconstruidas en las que el proceso de aprendizaje, recuerdo y montaje constituyen parte fundamental de la obra final.
“No es verdad. El viaje no acaba nunca. Sólo los viajeros acaban. E incluso éstos pueden prolongarse en memoria, en recuerdo, en relatos. Cuando el viajero se sentó en la arena de la playa y dijo: «No hay nada más que ver», sabía que no era así. El fin de un viaje es sólo el inicio de otro. Hay que ver lo que no se ha visto, ver otra vez lo que ya se vio, ver en primavera lo que se había visto en ‘verano, ver de día lo que se vio de noche, con el sol lo que antes se vio bajo la lluvia, ver la siembra verdeante, el fruto maduro, la piedra que ha cambiado de lugar, la sombra que aquí no estaba. Hay que volver a los pasos ya dados, para repetirlos y para trazar caminos nuevos a su lado. Hay que comenzar de nuevo el viaje. Siempre. El viajero vuelve al camino”. José Saramago.

Alfonso Valls con sus pinturas busca hacer reflexionar sobre la importante labor de los procesos experimentales como camino de búsqueda, todo ello innato a la propia naturaleza humana. Un camino donde confluyen la espontaneidad de la manera de trabajar con el descubrimiento y uso del color y de una nueva herramienta artesanal que utiliza para ejecutar esas formas circulares.

Su serie de obras “Círculos” experimenta con la composición geométrica del círculo y sus relaciones, donde la posición del círculo juega un papel importante en la definición del espacio vacío.

*(información cedida artistas).