Hace unos momentos conocíamos la triste noticia, con gran pesar, del fallecimiento de Felipe de León “El Tonelero”, un hombre humilde y entrañable vinculado al pueblo de San Bartolomé y un gran artesano, que recibió en vida numerosos premios y galardones por su trabajo como tonelero.

San Bartolomé siempre lo agasajó como merecía, y hoy llora su pérdida con gran pesar.

La alcaldesa, María Dolores Corujo, en su nombre, en el de la Corporación que preside y vecindad del municipio muestra sus condolencias y pésame a familiares, amistades, vecindad y sociedad insular, porque Felipe era un hombre admirado en toda la isla.

Con él se va uno de los trabajos artesanales que enorgullecían a este municipio desde ese pequeño taller en la Avenida Alcalde Antonio Cabrera Barrera.

Artesano que con sus manos supo pulir duelas durante toda una vida dedicada a montar con mimo esas barricas que tanto amaba.

Breve reseñada sobre Felipe de León (Acto inaugural escultura “El Tonelero”).

Felipe, tonelero de profesión e hijo de tonelero; y responsable de mantener vivo este oficio tradicional, que ha transmitido a su vez a su sobrino y al hijo de este.

 En nuestra historia chica, construida con gestos menudos, algunas palabras, pequeñas acciones heroicas, anécdotas coloristas y la sabiduría popular como argamasa que la sustenta, en ella  los artesanos son piezas fundamentales.

Personas que, como Felipe de León, a quien dedicamos esta escultura, han amado y mantenido vivo su trabajo a pesar de la dureza de lo artesanal, manteniendo abierto el último taller tonelero del archipiélago, son las que merecen todo el reconocimiento que podamos darle. Decirle gracias es poco, pero hacerlo pervivir en un pequeño pero importante espacio público, engrandece la labor de la tonelería y la suya en particular, como buena muestra son sus ajadas manos por el desgaste del trabajo de toda una vida.

Sentimos un profundo pesar por su fallecimiento.

D.E.P. Felipe de León Rocío “El Tonelero”.