Remy de Quintana, en el díptico de la exposición Mojados de sal, escribió lo siguiente:
“Canarias, archipiélago cosmopolita, en medio del azul Atlántico, es una inmensa oferta, no sólo para navegantes o gentes de los mares, sino también fuente de inspiración, de artistas.
Bajo el lema de Viera y Clavijo, insigne hijo de Canarias, un grupo de pintores, cual navegantes cruzan el Atlántico, para transformar en sus lienzos sus más íntimas imágenes, donde la luz, el color y un poco de su ser, nos traen a la isla de los volcanes, sus ilusiones y una linda proyección de su arte.
El origen de Canarias, que también es un poema, sobre el insondable origen de su aire. Las islas surgieron del mar, el aire ya estaba allí. Mezcla de silencio y sal, pues el aire es lo esencial de Canarias y cada isla tiene su aire peculiar. Y ese aire salino que se palpa en Canarias ha modelado sus paisajes y ha sido fuente de inspiración para los artistas.
Ya Humbolt, con esa sabiduría especial de científico, hace más de 200 años, captó que los aires isleños eran diferentes, pero que era como un gran brazo, que viniera del mar. Y del mar de la isla de Nivaria, nos venimos a Lanzarote.
Todas las islas tienen sus pueblecitos abocados al mar. Y en el municipio de San Bartolomé de Ajey, tiene también su fachada costera, con bellas playas, como las de Playa Honda y Guacimeta. En ellas se acumulan parte de las arenas, transportadas por el viento, a través de la zona del jable.
Y en medio de este aire peculiar de Lanzarote, mezcla del silbo del viento, de salitre, misterio y alegría, contemplamos esta itinerante exposición pictórica, que también proyecta un aire peculiar, para disfrute del espectador”.