La obra contará con intervenciones de restauración, conservación, consolidación y acondicionamiento de la totalidad del inmueble así como la recuperación de usos de producción vitícola.

El inmueble situado en la calle Las Calderetas nº 208 de La Florida en San Bartolomé, es un edificio que ha sufrido importantes transformaciones y demoliciones realizadas de forma ilegal fundamentalmente en el año 2005, teniendo un importante valor patrimonial y con una ubicación atractiva en la puerta de entrada de La Geria. Con esta obra se pone el valor el patrimonio inmueble con el que cuenta este municipio y se acentúa la cultura vitivinícola de la zona, destaca el alcalde, Isidro Pérez.

La propiedad, actualmente de Bodegas Los Bermejos, restaurará el inmueble, que se encuentra en un enclave privilegiado, y que ha contado con un engorroso expediente hasta llegar a este punto en el que se le concede la licencia urbanística para la restauración, consolidación, acondicionamiento y cambio de uso de La Casa Carrasco que cuenta con todos los informes favorables necesarios hasta llegar a la licencia urbanística, subraya la concejala de Urbanismo y Patrimonio, Marlene Romero, recordando que San Bartolomé alberga bodegas señeras como El Grifo, Los Bermejos y La Florida y también en la misma carretera de La Geria este municipio da entrada a la ruta de bodegas por el centro de la isla, dando comienzo desde el Monumento al Campesino, también baluarte de nuestras tradiciones y que albergará la sede del C.R.D.O. vinos de Lanzarote.

Breve descripción del inmueble  “Casa Carrasco”

Es una vivienda de tipo solariego compuesta por toda una sucesión de dependencias agrupadas según su carácter y función.

La propiedad estaba compuesta por tres grandes unidades diferenciadas y separadas las unas de las otras mediante espacios abiertos a modo de patio. Estas tres unidades son, la vivienda familiar, que se correspondería a la parte más noble, la parte dedicada a las estancias de las personas que trabajaban en la propiedad y la parte trasera dedicada a la producción económica que ha sufrido importantes demoliciones ilegales y de la que se conserva la bodega y el lagar.

La entrada principal a la propiedad se realizaba mediante un portón de madera de doble hoja, con barrotes de madera verticales y cuarterones en el parte inferior, abriéndose a una explanada que conduce a la puerta de entrada. El empedrado destaca de forma muy relevante debido a la naturaleza de los elementos que lo conforman.

El exterior de la casa contaba con todo un sistema hidráulico de cierta complejidad, compuesto por tres aljibes, abrevaderos y diferentes canales.

La parte empedrada coge casi todo el perímetro de la casa, con gran valor patrimonial, salvo la orientada al sureste, y la parte más al oeste de la propiedad se encuentra una era pavimentada con mortero de cal de gran valor.

La fachada principal de la vivienda está conformada por una sucesión de huecos de dintel plano, rematadas con molduras de sección semicircular, un zócalo en relieve y una serie de esgrafiados. Asimismo en la fachada norte de la vivienda y en los parámetros exteriores de la bodega, se observan las marcas de antiguas cenefas y esgrafiados en los sillares de las esquinas.